Apariencia cristiana

 

“…ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios…”

Rom.1:28

 

Qué motivación puede tener una persona para acercarse a Dios, la respuesta sencilla y bíblica es: ninguna. El hombre natural no tiene ningún deseo, ninguna motivación o interés en buscar de Dios. Puede llegar a ser consciente de necesitarle, puede llegar a saber cómo buscarle (por su gracia, por la fe etc.) e incluso puede llegar a disfrutar de las verdades del evangelio (


escucharlas, saberlas, intentar seguirlas, cantarlas etc.) pero aun así no tener ningún deseo de buscar a Dios. Hay muchas razones por las que las personas van a la Iglesia, hay mucha razones por las que se lee la biblia, hay muchas razones por las que se prefiere ser cristiano, pero eso no significa que realmente se busque a Dios. Creo que en este punto todos deberíamos preguntarnos, si nos llamamos cristianos, qué nos motiva a serlo. Puede que se conozca el evangelio desde la infancia, puede que se conozca mucho de la biblia, incluso puede ser que seamos predicadores del evangelio o pastores, puede que seamos celosos de la sana doctrina, pero aun así vivir en un engaño. Pablo hablo de sus hermanos Judíos en Rom.10:2 y dice que ellos eran hombres celosos de Dios, pero “no conforme a ciencia.” Hay muchos que viven igual, 

celosos de la fe cristiana, pero eso dice Pablo nos significa nada. Los judíos eran las personas más correctas del mundo en cuanto a religión. Si vemos la descripción que Pablo hace de ellos nos podemos dar cuenta de esto, Rom.9:3-5. Los cristianos podemos llamarnos las personas más correctas en cuanto a religión, y podemos ser celosos en cuanto a ella, pero se puede llegar a vivir siendo celoso de la doctrina, celoso de Dios, pero aun así no tener un verdadero deseo de buscar a Dios.

Así que es posible ser religioso (ir a la iglesia, leer la biblia, cantar e incluso predicar etc.), celosos de Dios (defender la sana doctrina, intentar vivir conforme a la sana doctrina etc.) y a pesar de todo estar lejos de Dios y la verdad de su palabra. Esta, precisamente, era la queja de Dios en Is.29:13 “Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mi no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado…” claramente vemos que estos hombre eran religiosos, eran celosos y Dios lo admite, él dice: “este pueblose acerca a mí (de nadie más en la tierra podía afirmar esto)… me honra…”inclusive habla de “su temor de mi”. Así que cuando Dios dice: “se acercan a mí”, cuando Dios dice: “me honran” y que tienen “tiene temor de mí” ¿a qué se refiere? El habla de la apariencia externa en la que ellos vivían. El problema de estos hombres radicaba en el corazón, el problema era que sus corazones estaban perdidos y su obediencia y devoción no eran más que hipocresía y legalismo. En el contexto, después de hablar de la ruina de la ciudad de Ariel, desde el v.9-12 nos dicen que Dios había derramado sobre ellos espíritu de sueño. De manera que, a las personas de las cuales nos estamos refiriendo aquí, son un pueblo que no podía reaccionar a la voluntad revelada de Dios. Son un pueblo sumido en una falsa realidad, no porque no hubiera personas sabias o porque no hubiera personas entendidas, el v.14 dice que había sabios cuya sabiduría seria desvanecida por Dios en sus maravillas y que había entendidos cuya inteligencia sería igualmente anulada. También leemos en estos versos que la ceguera espiritual fue el juicio de Dios sobre los profetas y videntes v.10. La ignorancia voluntaria se había apoderado de este pueblo, la verdad de la revelación de Dios podía pasearse por sus propias narices, pero ellos no sentirían el mas mínimo deseo por ella y además no podían entenderla. Cuando la insensibilidad, ceguera y endurecimiento del alma marcan la vida, esto no debe ser considerado como cosa liviana, no se debe tratar como simple carnalidad, la biblia dice que esto es el juicio inmediato de Dios sobre una manifestación especifica de la incredulidad de un corazón perdido que se dirige a la condenación. Es increíble que exista un camino de apariencia cristiana, es decir un camino aparentemente cristiano que lleva al infierno. Cuando una persona intenta seguir el camino de la fe sin un corazón regenerado, no es porque quiera buscar al Señor, es simplemente una manifestación de su incredulidad. La iglesia está llena de personas así, quieren todas las bendiciones del Señor pero no al Señor. Sus vidas se caracterizan por un endurecimiento constante, por más que oyen la palabra de Dios no la entienden, porque no la quieren y eso se demuestra porque no la obedecen. Personas que año tras año reciben enseñanza tras enseñanza y viven con una cabeza enorme, llena de conocimiento pero con un alma diminuta y muerta. Como ya hemos visto estas personas pueden tener la apariencia de piedad, pero no es más que solo eso, apariencia. No tienen ninguna motivación para vivir conforme a la voluntad de Dios, pues no es lo que quieren, no es lo que buscan, no es lo que anhelan. Van a la Iglesia, leen la biblia, cantan y todo lo demás pero lo hacen para y por su propia satisfacción.

Las motivaciones pueden ser muchas para estas personas, pero ninguna de esas motivaciones es Dios. El hombre natural puede llegar a hacer un acuerdo con Dios, en el cual Dios es involucrado en su vida con la condición de no ejercer ningún señorío. Es como decir: “Dios, ya que eres amor y quieres mi bien a toda costa, tanto que enviaste a tu hijo a morir por mí; está bien, voy a darte gusto, puedes bendecirme todo lo que quieras, pero hasta ahí, yo decido como vivir; puedes darme tus sabios consejos si quieres, pero hasta ahí, yo decido que porciones de la biblia cree y yo decido como creerlas. Dios, puedo hacer el esfuerzo de ir a la Iglesia, pero hasta ahí, yo decido cuando y como adorarte, de tal manera que yo pueda sentirme bien. Dios ha sido un placer hacer negocios contigo, recuerda que dijiste que me ibas a bendecir y tú no mientes.” Es difícil para muchos asimilar que en la Iglesia haya personas así, pero a decir verdad la biblia dice que las hay, el asunto es que no están en la Iglesia sino con la Iglesia, ellos pueden congregarse en la capilla con los verdaderos creyentes pero no tiene parte “en la congregación de los justos” Sal.1:5. Yendo un poco más allá en las escrituras, el panorama es más sórdido todavía, pues se hace evidente que hay muchas asambleas lideradas por personas así. El pulpito se ha vuelto el negocio perfecto para estos hombres y están arrastrando a muchos, no como víctimas, sino por el juicio de Dios sobre ellos 2Tim.4:3. Pablo prevé estos acontecimientos y advierte a Timoteo acerca de quienes habían de ser los que liderarían esta apostasía. El apóstol describe a estos hombres como maestro cuya formación y motivación se basan en su propia naturaleza carnal, es decir las concupiscencias. No son una especie de creyentes zombi, son incrédulos que quieren hacer negocios con Dios y cuya motivación no es diferente a la de un empresario, o la de un homicida. Quizá esta es la peor manifestación de incredulidad ¿Por qué digo esto? Porque estos pretenden, en el nombre del Señor, satisfacer todos sus deseos carnales. Se valen de la apariencia de la fe para satisfacerse a sí mismos 2Tim.3:5. El apóstol Pablo está explicando a Timoteo como identificar a los apostatas y dice que estos adoptarían una partede la fe verdadera con el fin de vivir para su propia carnalidad y vanagloria v.2-4, esta parte que adoptaran dice Pablo a Timoteo será la apariencia de la piedad. Recordemos el reclamo de Dios a la nación de Israel, ellos “vienen a mí”, ellos me“honran” y tienen “temor de mi”; ¿pero era verdad todo eso?, Dios dice ¡no! Porque “…se acercan a mí con su boca… con sus labios me honran…” “pero su corazón está lejos de mi”, es decir que ellos vivían solo la apariencia de la piedad. La nación de Israel es identificada como una nación apostata, la apostasía de la que está advirtiendo Pablo a Timoteo es la misma que manifestó Israel. Vivir solo en una apariencia cristiana es una manifestación de la naturaleza pecaminosa carnal del hombre natural. Esta se basa en el principio de “…no aprobaron tener en cuenta a Dios…” de la que nos está hablando Rom.1:28

LA DESAPROBACIÓN

“tener en cuenta a Dios” 1:28

De manera concreta, la vida del hombre es descrita como una continua desaprobación de la persona de Dios. El ateísmo en el grado más superfluo es el estándar de todo hombre. Cada día el hombre trata de extirpar su conciencia de Dios, mediante una resistencia a la verdad de Dios revelada Ro.1:18, el envanecimiento que resulta de la ocupación de sus pensamientos 1:21, y la lucha interna de su conciencia 2:14, 15. De manera que todo pensamiento puro y autentico de Dios es desaprobado para la mente del hombre natural.

¿Qué es lo que los hombres desaprueban?

No desaprueban a Dios en otros sino en sus propias vidas. Dios puede funcionar para todos siempre y cuando no cruce la línea de mi voluntad. A decir verdad hasta puede funcionar para mis planes y propósitos siempre y cuando mi voluntad quede libre de sujeción. El hombre está dispuesto a llegar a un acuerdo con Dios. Dios puede llegar como invitado, puede tomar asiento, puede conversar con nosotros pero tarde o temprano tendrá que irse y dejarme solo conmigo mismo. Están dispuestos a ver a Dios como un amigo, como un consejero, como una buena compañía, pero jamás podrá aceptarlo como Dios.

¿Cómo desaprueba el hombre a Dios?

A lo único que el hombre no está dispuesto, irónicamente, es a ver a Dios como él es, Dios. De manera que para poder albergar en su mente, de la manera más remota la idea de Dios, el hombre debe rebajarlo. El es Dios, el dueño de todas las almas, a quien debemos rendir cuentas, quien nos ha de juzgar, el único digno de recibir todos mis esfuerzos, el único digno de adoración, el único que puede darnos salvación. Pero el hombre no quiere, no está dispuesto a verlo de esa manera en su vida. El hombre es enemigo del Dios de la biblia, por eso se ha creado un dios a su propia imagen y semejanza. Lo cual es imposible.  

EL ABANDONO DE DIOS

“Dios los entrego” 1:28

Dios no puede ser menos de lo que es. El no quiere ser una parte de tu vida, el debe ser tu vida misma. De manera que cuando el hombre decide no tomar en cuenta a Dios, queda totalmente desamparado y a merced de su propia maldad. Las personas más miserables del mundo son las que han sido abandonadas por Dios. No le espera nada bueno, nada perdurable, todo es vano par él, es efímero e insípido. No puede esperar de Dios nada, más que el castigo eterno por su abandono.

Cuando el hombre es abandonado por Dios, está expuesto a su ira. Todo está en su contra, los cielos y la tierra lo aborrecen y testificaran en su contra en el día del Juicio. Tu vida es una miseria sin Dios y lo mismo es tu destino, miseria tras miseria. Lo peor de todo es que no se dan cuenta, no lo perciben porque están siegos. Es cosa extraña cuando se les habla así de Dios, porque este no es su dios, su dios es más tolerante. No hay manera en la que pueda despertar, su sueño mortal lo envuelve más y más, y un día va a despertar en el infierno. Lo único que puede despertarle es Cristo, su palabra esta puesta para despertarle,“Despiértate tú que duermes, y levantarte de los muertos, y te alumbrara Cristo”Efe.5:14.

LA MANIFESTACIÓN

“para hacer cosas que no convienen” 1:28

Parece claro a donde nos dirigimos, muchos van delante nuestro para decírnoslo, la juventud de cada generación se vuelve cada vez mas autodestructiva. Aun se ha vuelto normal ir en contra de lo razonable con tal de satisfacer las pasiones. Los deportes extremos son la vanguardia, el alcoholismo y la drogadicción son cada vez más normales, la pornografía, la sensualidad, la promiscuidad, el descuido de la familia, la homosexualidad y la lista sigue. Todo es parte de la sociedad, todo es parte de los pensamientos. El hombre está haciendo todo al revés, para su propia perdición. Todo pensamiento, intención, acción y decisión es el propio veneno para el alma del hombre. Todos a una están puestos y dispuestos a colocar sus cabezas en la guillotina de la muerte con tal de satisfacer sus deseos en los que están sumergidos hasta el fondo.

CONCLUSION

La vida cristiana no es una apariencia, los que viven así son incrédulos adormecidos por su propio pecado y que despertaran en el infierno. Nadie puede menospreciar a Cristo y seguir viviendo. Si tú estás viviendo en una apariencia cristiana, tú no estás buscando a Dios, no estás más cerca de él, tú estás viviendo en incredulidad y perdición todavía. Estas siego y adormecido, si piensas que el camino de apariencia en el que vas te llevara al cielo. En Mt.10:15 dice “De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.” Todos sabemos de las perversiones que se hacían en Sodoma y en Gomorra, de hecho hoy, para describir alguna perversión criminal, se utiliza el término sodomía para denominarla. Pero la palabra de Dios dice que el infierno será más tolerable para Sodoma y Gomorra que para aquellos que menospreciaron a Cristo. Si tú que has escuchado reunión tras reunión del nombre de Cristo, pero aun así le has menospreciado, si tienes una vida de apariencia cristiana, eso es perversidad mas allá de toda imaginación. Que Dios te ayude a ver y a despertar de tu sueño mortal. Amén!!!!!!!